MI BLOG MÁS QUERIDO, Y NECESARIO DEBATE (de niños, adultos-niños y sensibilidad para un mundo mejor)

miércoles, 24 de mayo de 2023

ETERNA PRIMAVERA (AHORA...)


ETERNIDAD

Quien a si encadenare una alegría
malogrará la vida alada.
Pero quien la alegría besare en su aleteo
vivirá en el alba de la eternidad.

William Blake (1757 – 1827)


“Si soñaras siempre, si amaras
olvidándote, abandonándote...

Pensaría por ti las cosas
dejando que me las soñases.
Con mi velar y tu soñar
el camino sería fácil”

José Hierro (1922 - 2002)
De “Si soñaras siempre, si amaras…”


Foto de Abdulla Abeedh en Unsplash
Ahora…
que tus sueños
duermen serenos
sobre mi pecho…

Ahora…
que tu rostro
navega el oleaje
de mi respiración…

Ahora…
que el sol
brilla más en tu alma
que en el cielo…

Ahora…
que el intenso azul
se desborda sobre la arena
de nuestra playa…
Cielo… Mar… Arena…
Horizonte… Orilla…
Tu… Yo… El universo…
Y esta eterna primavera…
Ahora,
en este instante
de sagrada intimidad,
nuestro amor se hace uno
y surca los vientos y mares
de una placida eternidad.


Il trovatore
El trovador y la luna

© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
(original autentificado)



Mattia Cupelli – Intimacy (Intimidad)
(por Mattia Cupelli)



domingo, 7 de mayo de 2023

¿DÓNDE TE ENCONTRARÍA…?


“¿Qué sueñas? ¿Sueñas? ¿Qué buscan
- palabras, besos -
tus labios que se te mueven,
dormido rezo?
Si sueñas que estás conmigo,
no es sólo sueño;
lo que te acuna y te mece
soy yo, es mi pecho.”

Gerardo Diego (1896 – 1987)
De “El sueño”


Foto de Tom The Photographer en Unsplash
Al despedirnos en la noche, te abracé, pero no era un abrazo protocolario, formal, sensato, aunque estos tipos de abrazo también puedan llevar afecto.

Cuando llegamos a la altura de tu casa te rodeé con mi brazo derecho, pues no estaba frente a ti, sino en una posición oblicua. A diferencia de quien soy yo, no te hablaba. Realmente, los dos habíamos estado avanzando en silencio, sin mirarnos, atentos a la lentitud de nuestros pasos a través de la empinada calle.

No fue un abrazo normal… Abarqué toda tu espalda con mi brazo derecho y acerqué mi rostro hasta tu pelo. Te respiré, y sentí que me rodeaba el aire, o cierto magnetismo, que desprendías. Cerré los ojos y sentí que caía por un pasadizo invisible, que entendí que me acercaba hasta tu esencia más pura y noble… Creí llegar hasta lo más profundo de tu alma, y caí rendido, extasiado, hasta el punto de que el tiempo y el espacio dejaron de existir.

Fue entonces cuando me hice consciente de todo… Me acerqué aún más, hasta sentir tu rostro en el mío, y te dije tan lenta como emocionadamente, suspendiendo las palabras en la nada, que estaba enamorado.

No pudo ser un abrazo como tantos otros. En mi abrazo sentí un amor que me fundía con tu alma, como si mi destino no pudiera ser otro que vivirnos en total comunión. En mi abrazo te entregaba todo mi ser, todo mi amor, toda mi vida… Y me sentía aliviado al rendirme a ti sin reservas, sin excepción, sin más opción que la de ser en ti o no ser…

Todo esto sucedió en mi sueño sin que me sea conocido tu rostro, mujer. No sé quién eres, mi amada desconocida… Y, sin embargo, me has hecho sentir nuevamente las ardientes emociones del amor sublime y apasionado de la adolescencia madura. Ese amor que rompe las barreras del tiempo y del espacio. Ese amor que siendo único, es eterno…

¿Dónde…? ¿Dónde te encontraría…?

(Este relato está basado en un sueño real que he tenido, y que he podido recordar debido a que fui despertado por un ruido que no puedo explicar de dónde procedía. Relato el sueño tal como fue soñado, sin modificar ni añadir elemento extraño alguno. Lo primero que hice después de despertar y recuperar lo vivido en sueños, fue preguntarme si existe otra dimensión vital que pueda estar viviendo. No tengo respuesta…)

Il trovatore
El trovador y la luna

© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
(original autentificado)



Joachim Heinrich – Words
(por Joachim Heinrich)



ADORACIÓN…

“Y cuentan las leyendas que es un cisne-poeta... Que la magia del ritmo le ha ungido la garganta y canta porque sí, como el arroyo canta la ...