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lunes, 16 de octubre de 2023

MORIR...


[Este pequeño retrato intenta captar las emociones que se pueden vivir
tras la muerte del ser amado, de la compañera (o compañero)
que se ama apasionadamente y de la que se está profundamente enamorado.
Aquella alma con la que el amor puede florecer en su más bella expresión.
Aún sin haber vivido yo un hecho tan terrible,
creo poder acercarme al desgarro qué se siente.

Este texto también va dirigido a quienes están profundamente enamorados,
para que se entreguen a vivirlo sin limitaciones, sin complejos,
sin prejuicios, sin excusas… y para que disfruten felices antes de perderlo...
y para que no llegue un día en el que se lamenten de toda la belleza
que pudieron vivir, pero encontraron un estúpido pretexto para no hacerlo]


DÉJAME QUE ADELGACE LO QUE ME QUEDA DE AMOR

“Déjame que adelgace lo que me queda de amor
para infiltrarme en tus labios.
Déjame saciar el hambre de deseo
en forma de vuelo solitario que padeces.
Déjame que por la noche te despierte
pintando senderos de amor entre tus venas.
Déjame morir así soñando,
déjame morir, no me despiertes.

Antonio José Mialdea (1968 - …) España


¿Quién muere más
cuando el ser amado muere?

Emilio Muñoz

― Nunca más… ¡Nunca más! ¡Nunca más!
Foto de Jeff Hardi en Unsplash
En su cabeza no cabían otras palabras, no entraban otros pensamientos…
― Nunca más… ¡Nunca más! ¡Nunca más!
No dejaba de resonar continuamente en su mente, y el desgarro que producía en su alma iba a más… a más… a más… Sin cesar… A más… A más… A más…

Sentía un intenso dolor en su pecho que le llegaba a la garganta y apenas le dejaba respirar. Respiraba con dificultad, y abría su boca trabajosamente, como intentando morder un aire que se negaba a entrar en sus pulmones.
― Nunca más… ¡Nunca más! ¡Nunca más!
Se esforzaba por vivir, pero sentía la muerte como un dulce aliado para dejar de sufrir. De alguna oscura manera deseaba que le abrazara para dejarse caer dormido y no volver a despertar jamás.

Nada podía aliviar un intenso sentimiento de soledad, aunque realmente se sentía como un niño al que sus padres le hubieran abandonado. Su vacío era una herida que abarcaba su vida entera, su historia entera, sus sueños enteros, su entera humanidad…
― Nunca más… ¡Nunca más! ¡Nunca más!
Caminaba sin ver, mecánicamente, como un autómata, sin ser consciente de dónde se dirigía o qué ocurría. Tal era su estado que, en algún momento en el que recobraba el sentido, dudaba si aún estaba vivo o era un fantasma vagando en un disimulado infierno.

No sentía sus pies sobre el suelo… No sentía sus manos y sus brazos… No sentía el frío en su cara… Solo ese intenso dolor en su pecho que llegaba hasta su garganta.
― Nunca más… ¡Nunca más! ¡Nunca más!
Desearía volver hasta ella y abrazar nuevamente su cuerpo frío, sus manos heladas, sus ojos cerrados, su pecho inerte… sin vida… sin unos pulmones que dibujaran su respiración… sin un corazón que le hiciera resonar…
― Amor… Amor… Amor…
Y tomar otra vez entre sus manos esa cara que tanto amaba… Y buscar una vez más en esos ojos las miradas de amor más tiernas y bellas que jamás una mujer le había regalado… Y acercarse hasta sus labios donde tanto había anidado el amor y el deseo…

Pero ya no tenía dónde acudir. Su alma se había esfumado, y su cuerpo yacía en cenizas. Solo le quedaban los recuerdos, esos que ya nunca más viviría. Y sentía que nada había más terrible para él que seguir viviendo…

Se preguntaba cuántas noches se metería en su cama esperando que la magia lo despertara en otro mundo, en otra vida, en otro momento…
― ¡Abrázame, muerte…! ¡Abrázame, por favor…!


Il trovatore
El trovador y la luna

© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
(original autentificado)



Mia Giovina – Deathbed
(por Tone Tree Music)



16 comentarios:

  1. Muy intenso este relato que nos compartes, querido Emilio. El tema bien merece esa intensidad, esa profundidad apasionada, porque la muerte del ser amado tiene que ser algo terrible, un drama inmenso, y ese sentimiento lo recoge muy bien este texto. Por desgracia, sé lo que se siente cuando se pierde a unos padres, ya que perdí a mi madre siendo yo adolescente, y a mi padre hace unos pocos años, también prematuramente, porque él también era joven para morir, pero no me quiero ni imaginar lo que sería perder a mi pareja, antes preferiría mil veces morirme yo primero. Sé que eso es egoísta, porque lo preferiría por evitarme ese sufrimiento que tan magistralmente has reflejado en tus letras. Lo que nos relatas es una tragedia horrible que pasa cada día y de la que no somos conscientes hasta que nos toca sufrirla. Mis felicitaciones por tu buen hacer, Emilio, que te manejas de maravilla tanto en poesía como en narrativa. Un gran abrazo.

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    1. Ay, mi querida Mayte!!! Vivir con la imaginación es vivir dos veces… Meterse en las situaciones y emociones que viven otras personas es vivir muchas más veces!!! Porque de eso se trata ya que estamos vivos, al menos para mí: descubrir todo lo que implica la vida y vivir. Y sí desde muy joven digo que la vida es muy corta para descubrir, aprender y experimentar todo lo que es posible vivir, tengo que plantearme alguna alternativa. Por tanto, si mi experiencia de vida se acorta por su extensión, tendré que hacer que gane en intensidad. Siempre evitando daños, propios y ajenos. Al menos esa es mi intención.

      Y como considero que nunca se termina de aprender a vivir y a amar (en estos dos últimos años vivo en un auténtico replanteamiento de lo que implica vivir el amor –no amar, sino vivir el amor-, de ahí mi insistencia en recuperar el sano espíritu de la infancia), mi apuesta es por descubrir, indagar, percibir, dialogar, contrastar, valorar, comprender, aprender, mejorar el edificio de mis creencias, afinar en mis motivaciones, experimentar, crear… Y en todo momento, compartir, ayudar (en lo que pueda), sentir y disfrutar. Y disfrutar como sinónimo de gozar del tiempo vivido, sabiendo que hay momentos gratos e ingratos, fáciles y difíciles.

      Yo intento retratar un hecho terrible. De los más terribles, pero hay otros hechos realmente terribles, más allá de la pérdida del compañero o compañera más amado elegido en la vida. Y más allá de la pérdida de un hijo (no menos traumática), de unos padres o de una buena amistad. Yo he elegido una de esas pérdidas, pero podría haber elegido otra para hablar de lo que es el centro real de este texto: el trauma que puede llegar a ser insoportable de la pérdida de la presencia, o del amor, de un ser que consideramos imprescindible para nuestra vida. Tu hablas de la pérdida temprana de tu madre, y la de tu padre. Y no quieres imaginar lo que sería perder a tu pareja, pues intuyes que sería brutal su impacto a nivel emocional.

      Y yo lo que he hecho ha sido imaginarlo. Pero solo es imaginación hasta cierto punto, pues he sufrido la pérdida de seres muy intensamente amados, y no siempre por la muerte. Me he metido en el pellejo de mí mismo para experimentar lo que sería, pero no ha sido muy difícil debido a esas pérdidas que ya he vivido. Y te aseguro que solo imaginarlo ha sido realmente duro, desolador, doloroso.

      Y gracias a esta vivencia imaginada he podido sacar conclusiones. Y la conclusión es muy sencilla: aprovechemos el tiempo de nuestra vida echando fuera superficialidades. Erradiquemos conflictos inútiles. Hagamos como los niños más pequeños y centrémonos en lo que nos hace sentir bien mientras podamos. Hagámoslo sabiendo que aprovechar la vida es aprovecharla tanto en los buenos y malos momentos, y no olvidando que si se trata de vivir el amor y a las personas amadas, solo se puede disfrutar si son las dos personas las que se aman, las que se entregan, las que se viven abierta y sanamente.

      Y para llegar a esta conclusión que yo considero tan importante y decisiva he necesitado experimentar en mi imaginación algo ya vivido en otras circunstancias. Y me permite estar más seguro aún de que no voy a malgastar mi vida en enfrentamientos inútiles, o en complicaciones innecesarias. Mi apuesta es por vivir y disfrutar del amor. Del amor vivido, por supuesto, que el amor sentido y no vivido es una experiencia dolorosa, incluso cuando optamos por vivir intensamente un amor que no podemos ya vivir en la realidad.

      Seamos conscientes de todo ello y disfrutemos del amor intensamente (como niños) mientras podamos. Precisamente porque no debemos olvidar que cualquier día lo podemos perder.

      Mil gracias por tu visita y por tus valiosísimas reflexiones, Mayte. En este diálogo crecemos como seres humanos, y experimentamos la vida. Una delicia…

      Y un enorme abrazo, querida amiga!!!

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    1. Ay, Mucha, analizar sirve para comprender, aunque el análisis no asegura la comprensión, por desgracia.

      Como le decía a Mayte, vivir con la imaginación o vivir con la íntima comprensión de la vida ajena es vivir muchas veces. Implica ganar en intensidad. Por qué te digo esto???

      Soy enfermo de cáncer. Mi tipo de leucemia, después de más de diez años afortunadamente me ha respetado, pero, como me dijeron los especialistas que me atendieron y el homeópata al que acudo regularmente, el desenlace es incierto. En cualquier momento mi leucemia se puede recrudecer y el tratamiento de quimioterapia que se me aplique (hay muchos y constantemente se están probando alternativas nuevas) puede salvarme o no.

      Quiero vivir, Mucha. Quiero vivir!!! Y vivir intensamente, pues no sé cuál será la extensión de mi vida. Y vivir intensamente es sentir intensamente, y es meterse a bocajarro en la vida y sentirla, en su belleza, y también en sus momentos de dolor. Porque ahora vivimos en el mito de que hay que vivir felices, y mostrarlo al mundo en cientos de selfies que solo son poses artificiales. No, Mucha. Yo quiero vivir!!! Todo!!! Quiero vivir mis instintos, sí. Pero también mis intuiciones, mi racionalidad. Quiero analizar para aprender a vivir y amar, porque una vida no es suficiente para descubrir todo. Y, por encima de todo, quiero sentir, pues si la vida es algo, por encima de todo, es lo que sentimos. Especialmente amando. Y digo más: aunque no fuera enfermo de cáncer, querría vivir intensamente pues, como digo, una vida no es suficiente para descubrir todo lo que podemos experimentar en ella.

      Ya me has comentado varias veces que no es bueno analizar y juzgar, algo que hasta tu misma haces, pues para posicionarse ante cualquier cosa (como, por ejemplo, lo que yo escribo) hay que hacerlo. Lo malo no es analizar, juzgar, criticar, evaluar, razonar, sentir… Lo malo es hacerlo mal y, sobre todo, hacerlo con malos sentimientos o intenciones. Y sé que no es tu caso en este comentario, pues tomo lo que dices como un consejo. Y estoy seguro de que lo haces con la mejor intención. Pero un consejo que no puedo seguir, precisamente por lo que te he dicho: quiero vivir!!! Para vivir, necesito hacer lo que tú me recomiendas que no haga. Pero siempre intentaré hacerlo de la mejor forma posible. Y escucharé lo que se me diga. Y luego lo analizaré y valoraré. Y adoptaré las enseñanzas que se me aporten una vez que las haya considerado útiles para mi propósito. Todos hacemos esto, Mucha. Créeme.

      Yo voy a respetar tu forma de plantearte la vida, como siempre he hecho y haré. Y evitaré llamarte amiga, ya que me lo pides. Y para no arriesgarme a contrariarte, no volveré a decirte lo que siento o pienso sobre lo que tu escribes. Y espero lo mismo de ti: tolerancia. Por mi parte, tolerancia amistosa siempre.

      Por cierto, qué bella palabra, tolerancia!!! Y qué poco la vivimos los seres humanos!!!

      Mis mejores deseos siempre, Mucha. De corazón!!!

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  3. Te he dejado otro comentario de respuesta en tu anterior entrada de este blog, en el poema, por si no lo vieses.

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    1. Visto, leído, reflexonado y contestado, amiga mía!! :)

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  4. Es un poema y un escrito intenso uno de amar con toda el alma y a veces cuando la persona que amas ya no esta es tan dificil seguir. Quien no ha sufrido esa tristeza y eso deseo podrá juzgar pero quien lo ha hecho te entenderá. Te mando un beso.

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    1. Querida Citu, mil disculpas, que estaba metido tu comentario en spam y no lo he visto hasta ahora. Qué cuidado hay que tener!!!

      Sí, buena amiga, hay experiencias que solo se pueden entender realmente, en toda su dimensión, cuando se han vivido. Yo no he vivido una situación como la que narro, pero he vivido alguna experiencia que ha sido demasiado dura. Saber aprovechar esos momentos tan difíciles para crecer como ser humano es lo mejor que podemos hacer.

      Un enorme abrazo, querida amiga!!! Y otro beso para tí.

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  5. He podido percibir unas letras
    muy, pero muy fuertes mi amigo,
    cuando se ama así y de pronto
    se te va, debe de ser terrible,
    no volverlo a tener a tu lado.

    Besitos dulces
    Siby

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    1. Claro que es terrible, querida Siby!!! Horroroso puede ser!!! De hecho, para las personas que han vivido algo así (o similar) y no lo han podido interiorizar aún, mi recomendación sería que no leyeran este texto, pues puede reabrir heridas no cerradas.

      Pero, al contario, tal vez a las personas que no han interiorizado una experiencia tan terrible como esta, revivirlo puede ser sano, al afrontar un dolor intenso y latente, y llegar a la conclusión de que no hay más remedio que aceptar la realidad, guardar el sentimiento que jamás desaparecerá, y a la vez vivir lo que sí se puede vivir. Luchar contra un imposible implica un desgaste de energía y un sufrimiento enorme, traumático. Por esta razón, mi recomendación es que se viva todo lo bueno y bello que se pueda vivir, que se dejen a un lado miedos, complejos y todo tipo de excusas injustificadas.

      Quiere esto decir que es fácil lo que planteo??? Por supuesto que no!!! Pero es que vivir en el mundo que vivimos no es nada fácil. Y renunciar a vivir, aislarse o soluciones por el estilo, son muy legítimas, pero implican una renuncia que muchos no estamos dispuestos a asumir. Ni siquiera en el agotamiento!!! Hablo especialmente de las personas muy sensibles, las PAS de las que hablo, por primera vez, la doctora Elaine N. Aron. Una Persona Altamente Sensible no puede renunciar a vivir su sensibilidad, de la misma forma que una persona menos sensible nunca querrá vivir su vida con más sensibilidad. Son cuestiones totalmente comprensibles y aceptables.

      En fin, amiga mía, el tema que trato es muy duro, como bien dices, y puede ser también muy controvertido. Pero ahí está la libertad de cada cual para plantearse lo que lee de la forma que mejor crea, desde evitar la lectura hasta abrirse totalmente a comprender y vivir con la imaginación una experiencia como la que trato.

      Mientras tratemos cualquier tema desde la razonabilidad, la tolerancia, el respeto y, también, desde el afecto, digamos lo que digamos, siempre será enriquecedor. Y dada su importancia, como verás, yo le dedico muchas reflexiones y comentarios de respuesta muy dilatados.

      Un enorme abrazo, querida amiga!!! Y besitos dulces, por supuesto.

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  6. Mi querido amigo Emilio, mi poeta del amor profundo y verdadero. Hoy, después de terminar de leer tu escrito que -ya el título lo señala-. Sentí que te acercabas a un tema de profunda reflexión.
    Cada persona tiene sus respuestas religiosas con respecto a la muerte. Para algunos resulta una forma de trascender, para otros el vacío y, para la mayoría un signo de interrogación. Todos o casi todos hemos tenido acercamientos. La primera vez que experimenté esa sensación de lejanía y dolor fue con una amiga en mi niñez y, después con una compañera de Colegio. Ya más adulta, experimenté el dolor con la partida de mi madre y posteriormente de mi padre, pero tengo el consuelo de sentir su presencia cuando los necesito y cuando aparecen en mis sueños.
    Ese dolor de experimentar la partida de una pareja, debe ser un suplicio inmenso que traspasa el alma. Tu escrito tiene ese desgarro, esa pulsación que hiere la piel y el corazón. Es terrible encontrar belleza en el desconsuelo, pero tu escrito lo logra.

    Un fuerte abrazo mi querido y estimado amigo.

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    1. Ufffff, mi muy admirada y querida, Taty!!! Me has emocionado con decirme que soy "poeta del amor profundo y verdadero". Es cierto que busco intensamente descubrir sus claves. Y no menos cierto es que lo busco para experimentarlo, para vivirlo, para quemarme o llenarme de luz, para saborearlo con fruición o para atragantarme… Pero soy un simple aprendiz que intenta clarificar más lo que vive en su mente y en su alma. Por tanto soy “buscador” del amor profundo y verdadero, e “intento” crear poesía con ello. Pero acepto inmensamente agradecido tu generosidad y el afecto con el que me tratas siempre. Gracias de corazón, buena amiga!!!

      De lo que dices sobre la muerte, yo siempre había dejado este tema a un lado. En este mundo tenía que vivir las cosas de este mundo!!! Pero desde hace unos años, y por todas las circunstancias de mi vida, algunas de las cuales parecen haber sucedido de manera que estaba siendo guiado por una “mano invisible” (así lo creo firmemente hoy, pues el azar no crea concatenaciones de experiencias tan especiales) siento una gran confianza en que hay mucho más… y mucho más allá de lo aparente de este mundo y de esta vida. Es una confianza plena, tranquilizadora, seguro de que nada malo ocurrirá tras abandonar esta vida. Y no lo hago desde la adscripción a una religió, sino desde mi propia espiritualidad, influenciada por ideas, experiencias propias y creencias ajenas. Todo es digno de ser tenido en cuenta si aporta algo bueno a nuestro ser.

      Te diré, querida Taty, que en mi vida sí que ha habido una pérdida extremadamente dolorosa, que dejó un vació en mí que aún no he podido llenar. Se llevó hasta las ganas de vivir. Más por el dolor que me martirizaba que por el vacío que sentía. Pero juntos los dos sentimientos me asfixiaban hasta niveles nunca vividos. Esta experiencia dibuja una parte del retrato. Solo una parte… Tu has vivido ya muchas pérdidas. La última de tu padre, no hace mucho. Lo recuerdo. Al final, la acumulación de tantas pérdidas y ausencias va pesando mucho. No nos damos cuenta, pero es así. Y desde aquí te mando un abrazo muy fuerte, muy fuerte, aunque no sirva para llenar el vacío que te va dejando tanta pérdida. Sin embargo, tengo la convicción de que son pérdidas temporales, brechas abiertas en el alma que un día se cerrarán con su renovada presencia.

      Muchas gracias por tu presencia y por tanta amabilidad y generoso afecto que derrochas.

      Y un enorme abrazo, mi querida amiga, compañera!!!

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  7. Salgo emocionado de la lectura de tu texto, querido amigo. Es un bello, pero muy cruel lamento que llega al fondo de rincón donde escondemos nuestras conclusiones pasionales. Un magnífico texto, querido amigo.
    Cuídate mucho y procura que no te pase como a mí. "La vejez me ha enseñado a olvidar, aunque no a perdonar y eso que parece difícil de digerir y hasta de entender, no lo es tanto cuando desde el olvido ya no hace falta perdonar. La vejez nos vuelve sabios … y olvidadizos."
    Un abrazo muy fuerte, poeta enamorado.

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    1. Ay, querido Enrique, amigo mío!!! A mí me emociona el comentario que me dedicas y, de forma muy especial, esa fina y luminosa sensibilidad que te otorga tu personalidad y la sabiduría que has adquirido en la vida.

      No sé cuál será el desenlace de mi vida (aquí), ni los cominos que recorreré, ni cómo me lo apañaré para vivir en los últimos años de mi vida. Lo que sí sé es que todo queda marcado por las intenciones que tenemos y por la entrega a vivir nuestro tiempo. Si las intenciones son buenas, y la entrega es intensa, incluso pasional, el camino estoy seguro de que merecerá la pena de ser vivido. Y eso es lo que veo que ocurre contigo: buena voluntad e intensa entrega a vivir tu tiempo. Genial!!!

      Y, además, nos regalas tu sabiduría!!! Genial por partida doble!!!

      Un enorme abrazo, mi querido amigo!!!

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  8. Hola querido amigo, me ha impactado tu poema. Has reflejado de forma sublime ese dolor que lacera. Por suerte, no he perdido al ser amado a través de la muerte, pero si a través de una vida que se rompió, y duele hasta lo indecible.
    Al leerte, he sentido ese dolor aunque multiplicado, pues en este caso, cuando es la muerte quien abraza a tu ser amado, poco queda que hacer salvo dejar que el tiempo alivie un poco la punta de la aguja. Besos :D

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  9. Marina Filgueira19 octubre, 2023 19:42

    !Hola Emilio¡

    !Me he quedado sin palabras, amigo¡ Pero recordé una vez más mi paso por ese que nunca olvido, también la muerte se llevó el amor de mi vida, es muy fuerte pasar por algo así, pero se lleva en el corazón y se sigue viviendo una vida diferente.
    expresas tus letras con la fuerza de un tizón y llegan al corazón del lector con tal dolor que uno se pone en el lugar del protagonista de esa historia que afición o verdad, bien pidiera llevarse al cine.
    fantástica, mi enhorabuena, Poeta, una radiosa prosa dolorosa y bellísima.

    Un abrazo y mi inmensa gratitud.
    Se muy, muy feliz.

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